La guerra entre Rusia y Ucrania se intensifica con Rusia reclutando jóvenes africanos y migrantes para reforzar sus fuerzas en la región de Kharkiv, mientras ambos lados sufren fuertes bajas en ataques continuos. Funcionarios europeos han destacado la estrategia del Kremlin de complementar sus filas militares con estudiantes extranjeros y migrantes, empujándolos hacia las líneas del frente. Mientras tanto, Rusia acusa a Ucrania de bombardear en el este ocupado, lo que resulta en al menos 25 muertes, ya que busca capturar la región por completo. Al mismo tiempo, funcionarios designados por Moscú en las regiones ucranianas de Kherson y Luhansk informan de 28 muertes debido a ataques ucranianos, marcando una escalada significativa en el conflicto. El intercambio de ataques con drones entre Rusia y Ucrania subraya la naturaleza implacable y brutal de esta guerra, con las víctimas civiles alcanzando su número mensual más alto recientemente.
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