El Reino Unido ha impuesto sanciones a 10 embarcaciones pertenecientes a la 'flota sombra' de Rusia, un grupo de barcos acusados de utilizar prácticas ilícitas para evadir las sanciones occidentales al petróleo ruso. Estas sanciones forman parte de un esfuerzo más amplio para apretar el lazo en la capacidad de Rusia para exportar petróleo sin enfrentar las consecuencias de las sanciones internacionales. La medida destaca las crecientes preocupaciones sobre las operaciones de la flota sombra, incluidos los riesgos de derrames de petróleo, ya que los petroleros rusos que navegan por los estrechos de Dinamarca están cada vez más rechazando los servicios de pilotos. Esta desobediencia aumenta el riesgo de desastres ambientales en la costa danesa. Además, el Reino Unido ha extendido las sanciones para incluir a las Fuerzas Aeroespaciales Rusas y al Centro Estatal de Aviación No Tripulada, junto con siete entidades legales e individuos de Irán, por su presunto apoyo en asistir a Rusia.
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