Georges Ibrahim Abdallah, un militante libanés pro-palestino condenado por su papel en los asesinatos de un diplomático israelí y un agregado militar estadounidense en 1982, ha sido liberado de una prisión francesa después de más de cuatro décadas. Su liberación ha provocado controversia internacional, con Estados Unidos condenando enérgicamente la decisión de Francia, citando preocupaciones por la seguridad de los diplomáticos y la justicia para las víctimas. Abdallah, considerado un ícono de la resistencia por algunos y un terrorista por otros, fue recibido como un héroe a su regreso al Líbano. La decisión del tribunal francés de liberarlo fue condicional a su deportación inmediata y prohibición permanente de ingresar a Francia. El caso destaca las profundas divisiones sobre el conflicto israelí-palestino y el legado de la violencia política en la región.
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